Previo al inicio de cada partido, los árbitros deberán verificar que los jugadores cumplan con el reglamento de equipamiento. Las camisetas de ambos equipos y las de los dos guardametas deberán tener diferencias para evitar la confusión de los jugadores y los árbitros. El 4 de enero de 1948 el Hércules encajaba una humillante derrota en La Rosaleda por un 9-2. Lo anecdótico del partido fue que todos los goles contrarios los marcó el mismo jugador, Bazán, y las crónicas hablan del guardameta herculano Cosme como el mejor de su equipo.