La respuesta del presidente Amadeo Salvo fue que Bankia no era quien debía decidir el futuro inversor, y presentó el 22 de diciembre el interés del multimillonario Peter Lim en comprar el club con un proyecto deportivo de máximo nivel. Sin embargo, la ilusión por la temporada se vio cortada cuando el proyecto Mateu-Marcelino volaba por los aires tras la destitución del entrenador asturiano el 11 de septiembre, a 3 días de visitar el Camp Nou.